019 mar 2014 Los que me maldigan serán maldecidos

28.01.2015 16:53

Miércoles19 de marzo de 2014 a las 16:05 hrs.

 

Mi muy querida bienamada hija, cuando me refiero a Mis enemigos, Yo siempre hago alusión  a  aquellos que, a través de medios tortuosos, tratan de robarme las almas. Me refiero, en particular, a los que utilizan la fachada de santidad para inducir deliberadamente a las almas al pecado. Cuando alguien trata de seducir a otra alma para que crea falsedades sobre Mi Santa Palabra, entregada al mundo a través del Libro de Mi Padre, entonces él es un enemigo Mío.

La mayoría de los dolores que sufro/padezco es por las manos de los que profesan ser seguidores devotos Míos y que se jactan del conocimiento que tienen de Mí. Cuando esas personas tratan de hacer daño a los demás y no piensan nada sobre advertirlos en Mi Nombre, entonces esto es muy doloroso para Mí. Encuentro almas que están cerradas a Mí y Yo los atraigo de muchas maneras cerca de Mí y no solamente incluyo a los que ya son parte de Mi Iglesia en la Tierra. Persigo, siempre, en primer lugar, a los que se han dispersado, a los que están perdidos y que no pueden ver. Ellas son las primeras almas que busco y  ellas son las que, en manos equivocadas, pueden ser y serán desencaminadas/mal aconsejadas.

Os pido que recordéis siempre a esas naciones, a esas religiones, a los que no tienen ninguna creencia en Mí - siempre - en vuestras oraciones. Por favor recibidlos bien, al igual que Yo lo haría. Jamás tratéis de forzar sus opiniones sobre ellos o de  intimidarlos en Mi Nombre. Siempre lleguen a ellos con amor y generosidad, ya que ellos son tan importantes para Mí como los más devotos de entre vosotros. No importa a quiénes alcancéis, sabed que ninguno de vosotros es más digno que el otro, porque todos vosotros sois pecadores.

Todos los hijos de Dios, con el tiempo, serán testigos de la última Verdad de Su Plan para cumplir Su Alianza. Todo el mundo sabrá la Verdad, y entonces les será más fácil aceptar Mi Mano de Misericordia. En ese Día la gente de todas las religiones, credos, color y nacionalidades verán la evidencia de Mi Existencia. Aquellos que se despojan de las barreras, que están colocadas entre ellos mismos y su Creador, llorarán con gratitud, porque, al fin, ellos atestiguarán el amor de Dios. Y, a medida que planificáis y os preparáis para los tiempos venideros, sabed que, sea cual fueren los obstáculos que se coloquen delante de vosotros en esta marcha hacia la Salvación Eterna, Mis enemigos serán tratados con más severidad.

Los que me maldigan serán maldecidos. Aquellos que luchan contra el Plan de Mi Padre para salvar almas, serán derrotados. Y los que persiguen a los hijos de Dios, y están en el camino del Señor serán, ellos mismos, perseguidos por el siervo a quien le pagaron su lealtad. Nada se interpondrá en Mi Camino, porque esto es imposible. Por el Poder de Dios, todos los enemigos serán destruidos y todos los que proclamen las palabras, hechos y acciones del anticristo, serán apartados lejos y el Reino de Dios, entonces, estará completo.

Vuestro Jesús