02 may 2013 Ellos serán acusados de crímenes contra la Sede de Pedro y serán públicamente humillados en Mi Santo Nombre

07.05.2013 00:41

Traducción latinoamérica

Jueves 2 de mayo de 2013 a las 20:07 hrs.

 

Mi amadísima hija, la Iglesia será abandonada por muchos en las altas esferas, con muchos adoptando nuevas doctrinas falsas que los llevarán al reino de la oscuridad.

 

Aquellos que permanecen leales a Mí, y aquellos que rechazan la abominación, serán guiados por Pedro el Apóstol, que se sentó en la primera Sede de Roma. Él guiará a Mi amado Benedicto quien, como predicho, los ayudará a ver la Verdad. Él tendrá que presenciar el horror, pero será apoyado por aquellos que han jurado lealtad a la Única Verdadera Palabra de Dios.

 

Y así el cisma comenzará. Aquellos que sigan la doctrina falsa, donde Yo, Jesucristo, no soy venerado, serán hechos trizas por la bestia y sus demonios. Aquellos inocentes siervos Míos, que no han aceptado estos mensajes hasta el momento,  vendrán corriendo ahora a Mí por consuelo. Mis profecías no mienten y, muy pronto, muchas de estas pobres almas serán arrojadas de la Santa Sede. Ellos serán acusados de crímenes contra la Sede de Pedro y serán públicamente humillados en Mi Santo Nombre.

 

Digo esto a ellos. Permaneced en calma y estad en paz, porque si seguís la Verdad seréis salvados. Nunca debéis aceptar una doctrina diluida, la cual estará vacía de Mi Autoridad. A aquellos que aceptáis mentiras, en la creencia de que estáis haciendo vuestro deber, debéis entender que tendréis que enfrentar un camino difícil. Tenéis dos opciones. Permanecer en la Luz de Dios o dar la espalda a Mis Santos Sacramentos.

 

Pronto, muchos de vosotros veréis claramente lo que os he advertido. El cisma será feroz y una guerra sobrevendrá entre Verdad y mentiras. Esto derribará a la Iglesia Católica, hasta que se asemeje a un montón de piedras, pero la Única Verdadera Iglesia permanecerá erguida, mientras Mis siervos fieles edifican (refuerzan) Mi Ejército Remanente. Ellos lucharán hasta el amargo final para defender la Santa Palabra de Dios.

 

Vuestro Jesús