023 dic 2014 El Día que Yo venga en Mi Divina Misericordia será el día de la iluminación

13.02.2015 15:45

Martes 23 de diciembre de 2014 a las 16:55 hrs.


Mi muy querida y bienamada hija, llamo a Mis amados seguidores, en este tiempo especial, para que vengan a Mí y me permitan cubrirles con Mi Preciosa Sangre. Entregué(dí) Mi Vida en la tierra como una muestra de Mi Gran Misericordia y moveré las montañas, los océanos y sacudiré la tierra cuando venga, una vez más, para llevaros a todos hacia Mí.

 

Os amo y os traigo grandes Bendiciones y consuelo mientras os preparo para Mi Tiempo. Permitid que vuestros corazones me den la bienvenida. Permitis que Mi Amor por vosotros infiltre los corazones de todos los hijos de Dios, incluyendo a aquellos que os persiguen en Mi Santo Nombre. Os traigo paz esta Navidad y os aseguro que Mi Tiempo está muy cerca. Yo vendré pronto a revelaros Mi Misericordia. A aquellos de vosotros que me despreciáis por esta Misión, perforaré vuestros endurecidos corazones con el Don del Espíritu Santo. Pronto, cualquier duda que podáis tener huirá y vuestra carga se aliviará.  Hasta entonces, soportaréis el dolor de la separación de Mí, la cual ha sido impuesta sobre vosotros por el rey de la mentira, que se regocija por vuestro rechazo hacia Mí. No opongáis resistencia a Mí (no me resistáis), Mis amados, porque os amo con un anhelo incesante. Es con amarga dulzura que vengo a vosotros, rogando a los que decís que me amáis, que os volváis a Mí. Lloro lágrimas de tristeza porque no podéis aceptarme a través de esta intervención divina cuando esta se os da libremente(sin reservas, sin restricciones). Vosotros deberíais estar tratando de proclamar la Verdad pero, en cambio, me habéis rechazado cruelmente y de una forma que no es apropiada a Mi Divinidad.

 

El Día que Yo venga en Mi Divina Misericordia será el día de la Iluminación. Sabréis inmediatamente que os he llevado a un tiempo de completo abandono, cuando nada de lo que hayáis hecho se puede ocultar de vosotros. Por cada acto de debilidad por vuestra parte, sentiréis el dolor de Mi Sufrimiento, que se convertirá en el vuestro propio. El remordimiento que sentiréis sólo será tan fuerte como la fe que tenéis en Mí. De ésta manera, muchos de vosotros os daréis cuenta de lo que necesitáis hacer para ganar/ganar Mi Aceptación. Sin embargo algunos de vosotros negaréis la Iluminación de la Conciencia debido a la distancia que habéis puesto entre nosotros.


A los orgullosos y arrogantes de entre vosotros, que ocultaréis vuestros rostros de Mí durante el Aviso, tengo esto que decir: No tengáis miedo porque sois Míos. Debido a que sois hijos de Dios, creados a Su Imagen, os mostraré gran Misericordia. No temáis al que os ama – temed solo al que os desprecia porque él, el maligno, es vuestro mayor enemigo. Rechazadme a Mí y llegaréis a ser esclavizados por Mi mayor adversario, pero si lo rechazáis, Mi Poder os cubrirá, os protegerá y os llevará con seguridad a Mi Reino. Os doy esta información para que sepáis que cuando digo que esto va a suceder, es  que sucederá. Y cuando llegue ese Día debéis recordar Mis Palabras. No me tengáis miedo, porque ¿qué hay que temer? Si Yo renuncié a(dí)  Mi Vida por vosotros, ¿por qué entonces querríais entregar(dar) vuestra vida al diablo que sólo busca la destrucción de vuestra alma inmortal?

Sólo hay un camino al que os podéis volver y ese es hacia Mí, vuestro amoroso Salvador y Redentor. Yo Soy vuestra red de seguridad. No huyáis de vuestra salvación. Recordad siempre, Mi Compasión, Mi Amor y Mi Gran Misericordia. Mi Divina Misericordia está ahí para que se acepte (para que se reciba/a vuestra disposición).

Vuestro Amado Jesús