025 mar 2014 Madre de la Salvación: Pedidme a mí, vuestra amada Madre, que os dé la fuerza para continuar y para que proteja la Misión de Salvación

28.01.2015 17:07

Martes 25 de marzo de 2014 a las 15:30 hrs.

Mis queridos hijos, cuando Dios me eligió como Madre de Su Hijo Unigénito, era para que yo pudiera dar gloria a Dios sirviéndole, para entregar al mundo el tan anhelado Mesías. Yo era simplemente una humilde servidora en aquella época, tal como soy ahora.

Recordad siempre que cuando servís a Dios, en Su Plan para traer la Salvación Eterna al mundo, sois simplemente Sus siervos/servidores. Estar al servicio de Dios requiere un profundo sentido de humildad. No puede ser de otra manera. Esta Misión, la última, autorizada por mi Padre en Su Plan, para traer la salvación definitiva a Sus hijos, atraerá a millones de almas para servirle a Él. Vendrán de todos los rincones de la Tierra. Muchas no estarán conscientes de su vocación, hasta que recen la Cruzada de Oraciones. Será a través de la recitación de las Oraciones de la Cruzada que el Espíritu Santo va a cautivar a esas almas y entonces estarán preparadas para llevar la Cruz de mi Hijo.

Si de verdad servís a mi Hijo y acudís en Su ayuda, para que así que Él pueda traer la salvación a todos los pecadores, entonces vosotros tendréis que aceptar el peso de la Cruz. Cuando servís a mi Hijo, pero luego resentís el sufrimiento que ello os traerá, esto causará que la barrera que os protege del maligno se rompa.

Satanás nunca molestará a aquellos que siguen a visionarios falsos o a sus seguidores, porque él sabe que ellos no producen fruto. Él, sin embargo, en el caso de las misiones auténticas, atacará con severa crueldad. Él usará las almas débiles, afectadas con el pecado de orgullo, para asaltar/atacar a los verdaderos discípulos de mi Hijo. Para aquellos que respondan a mí, la Madre de la Salvación, el odio de él (de satanás) será más evidente cuando mi Medalla de la Salvación se ponga a disposición por todo el mundo.

La Medalla de la Salvación convertirá a miles de millones de almas y, por lo tanto, todo esfuerzo será hecho por el maligno para detenerla. Vosotros veréis, por este tipo de ataques, el veneno absoluto que será vertido por el maligno y por cada agente/representante suyo, pues él no quiere que esta Medalla se entregue a los hijos de Dios. Hijos, no debéis ceder a las presiones o a la maldad, que emanarán de los que se han alejado de mi Hijo. Hacer esto es ceder a Satanás. En su lugar, debéis pedirme, a vuestra amada Madre, que os dé la fuerza para continuar y para que proteja la Misión de Salvación en este tiempo del aniversario de la Anunciación.

Debéis recitar esta Cruzada de Oración (143) Para proteger la Misión de  Salvación:

Oh, Madre de la Salvación, protege esta Misión, un Regalo de Dios, para traer Vida Eterna a todos Sus hijos en todas partes. Por favor interven, en nuestro nombre, a través de tu Hijo amado, Jesucristo, para que nos dé la valentía para llevar a cabo nuestros deberes para servir a Dios en todo momento y especialmente cuando sufrimos a causa de esto. Ayuda a esta Misión para convertir muchos miles de millones de almas, de acuerdo a la Divina Voluntad de Dios y para transformar esos corazones de piedra en amorosos servidores de tu Hijo. Concedenos a todos, los que estamos al servicio de Jesús en esta Misión, la fuerza para superar el odio y la persecución de la Cruz y para acoger el sufrimiento que viene con ello, con una generosidad de corazón y con la aceptación total de lo que pueda venir  adelante. Amén

Mis queridos hijos, nunca permitáis que el temor de servir a Dios os detenga en el camino de vuestra proclamación de Su Santa Palabra. El miedo viene de Satanás – no de Dios. El coraje y la fortaleza, combinadas con la humildad y el deseo de cumplir con la Voluntad de Dios, solo pueden venir de Dios.

Doy gracias hoy, en este aniversario de la Anunciación, a mi bienamado Padre, Dios el Altísimo, por el Regalo que Él le dio al mundo cuando Él me pidió dar a luz a Su bienamado Hijo con la finalidad de redimir a la humanidad y llevar al mundo a Su Reino Eterno.

Vuestra amada Madre

Madre de la Salvación