03 oct 2012

07.10.2012 22:29

El Cristianismo está siendo atacado por una razón principal

Miércoles 03 de octubre, 2012  a las 13:30 hrs

 

Yo soy tu amado Esposo místico, el Hijo del hombre, nacido de la Inmaculada Virgen María.

 

Mi muy querida hija, cada horror que he presenciado en el huerto de Getsemaní, cuando se burló el maligno de Mi, se está desarrollando ahora en el mundo, justo delante de Mis Ojos.

 

La gente, en todas partes, ha perdido su Fe. Ellos vagan en un mar de confusión, y en un estado de tal apostasía en una escala tan grande, nunca antes visto en el mundo.

 

El amor de uno por el otro ha muerto.

 

El respeto de las necesidades del otro ya no es considerado como una característica  admirable.

 

La avaricia, la lujuria y la envidia controlan las mentes de muchos en el mundo actualmente. Frío hay en sus corazones, ya no valoran la vida en sí misma, y no piensan nada del asesinato. Se da por aceptado.

 

El Cristianismo está siendo atacado por una razón principal. Es para que se permitan  las leyes que toleran el pecado, para que sean introducidas con facilidad, en vuestros países.

 

La obsesión con las religiones falsas e ídolos  falsos es desenfrenada.

 

Mi Iglesia se está derrumbando, y Mis Siervos Sagrados no están, en su mayor parte, enfatizando en el peligro del pecado y sobre la verdad de la Vida Eterna.

 

El odio, la guerra, la codicia, la lujuria, la envidia y el amor-propio (egoísmo) están ligados en un falso estado, un estado en el que no guardan semejanza a la Verdad de Mis Enseñanzas.

 

Supe entonces, en el Jardín (Huerto) de Getsemaní, que Mi Muerte en la Cruz no sería vista como lo que era, por esta generación de hoy día. Éste fue el dolor, que atravesó Mi Corazón como una espada.

 

El sacrificio que Yo hice por el hombre, para redimirlo ante los Ojos de Mi Padre, no es reconocido en la actualidad. ¿Cuánto han olvidado? ¿Cuánto no se les ha dicho? Todo esto tiene qué ver con el pecado de tolerancia, presentado al mundo como algo bueno.

 

Las guerras y el odio se extienden como un virus, ya que están planeados por el maligno. El dolor de Mis Seguidores se unirá con Mi dolor al presenciar las obscenidades, las cuales serán arrojadas por aquellos  líderes de los gobiernos, que siguen las mentiras incrustadas en sus almas por Satanás.

 

Satanás y sus demonios son muy poderosos. Nunca creáis ni por un minuto, que es fácil de desatarse del control que ellos tienen sobre una persona que les ha permitido infiltrarse en sus almas. Ellos no se darán por vencido fácilmente e impedirán a las almas que quieran recurrir a Mí, su Jesús, en busca de ayuda, haciéndolos impotentes.

 

Estas almas encontrarán tortuoso el poder orar. Las palabras no querrán salir de sus bocas. Ellos sentirán una aversión total a los pensamientos acerca de Mí. Hagan lo que fuere, será una ardua tarea.

 

Para aquéllos que dicen que estos, son buenas personas, que no hacen ningún daño a otros, pero que no me aceptan, a Jesús, en sus vidas, sepan esto: Vosotros no sois seguidores de Cristo. Si no venís hacia Mí,  no podéis ser aceptados en el Reino de Mi Padre.

 

Para entrar en el Reino de Mi Padre se requiere preparación. Satanás puede moverse tan rápidamente para distraer a las almas, que muchos serán tomados por sorpresa (inesperadamente).

 

Estos tiempos de gran agitación en el mundo, y la escasez del conocimiento sobre Mi Padre, Dios el Creador de todas las cosas, sólo puede terminar en una cosa:

 

Catástrofe. Castigos serán derramados sobre el mundo con el fin de salvar a la humanidad, para purificar la humanidad.

 

Si las personas se rehúsan (niegan) a escuchar, no van a escuchar la Verdad.

 

La Verdad salvará, no sólo sus vidas en la tierra, sino que les dará  la Vida eterna.

 

No aceptar  la Verdad termina en la muerte, ambas la del cuerpo, y la del alma.

 

El tiempo ha llegado para que la humanidad tome una decisión. No puedo obligarlos a seguirme. Pese a todos los Dones, Gracias y los Milagros que se les darán, todavía me darán la espalda.

 

Para todos es Mi Gran Misericordia, algunos todavía escogerán la muerte, sobre la vida.

 

Vuestro Jesús