04 may 2013 Fue el pecado del orgullo el cual causó que Lucifer cayera y fuera separado y arrojado al abismo

09.05.2013 00:03

Traducción latinoamérica

Sábado 4 de mayo de 2013 a las 23:35 hrs.

 

Mi amadísima hija, mientras que Mi Palabra llega a muchos oídos, vengo a advertir a aquellos de entre vosotros que no me escucharéis. ¿Qué teméis? ¿Es Mi Palabra o los cambios que tendrán que presenciar mientras la purificación continúa? ¿No sabéis que no traigo nuevas Enseñanzas, ya que esto no es necesario? Solo me comunico con vosotros para recordaros de la Verdad.

 

Tantos de vosotros creéis que sabéis tanto acerca de Mí, pero no habéis aprendido nada. ¿Quiénes sois vosotros para decir que sois mejores que otros a los Ojos de Dios, cuando se trata de interpretar Mi Santa Palabra? ¿Quiénes sois vosotros para creer que tenéis la autoridad para blasfemar contra Mí y luego decir que Me amáis? Vosotros no seréis capaces de detenerme a través de los profetas, para alcanzar a los hijos de Dios. Debéis preguntar ¿por qué es que odiáis Mi Voz? ¿Cómo podéis amarme cuando destrozáis Mis Palabras, cuando todo lo que estoy haciendo es ayudar a prepararos para Mi Gran Día?

 

El hombre es muy débil. Incluso aquellas almas devotas son débiles, aunque su amor por Mí es fuerte. Que ningún hombre crea que él puede jamás caminar delante de Mí sin la vergüenza del pecado en su alma. Ni uno de entre vosotros es digno de pararse ante Mí, sin embargo Yo os concedo la Misericordia de Mi Amor. No es que seáis merecedores de esta, es simplemente porque decidí concederos este don.

Para aquellos de vosotros que afirmáis hablar con gran conocimiento acerca de Mí y luego escupís con una lengua maldita contra Mi Profeta – sabed esto: Vuestra fe no os salvará cuando maldecís la Palabra de Dios. Vuestro autoproclamado amor de Dios no tiene significado cuando juzgáis a uno de Sus hijos ante Él. Estáis cortando el cordón umbilical, el cual los ata a Mi Padre, cuando mostráis falta de respeto, ira y odio hacia Mí. Cuando me escupís, os volveréis ciegos y nunca veréis otra vez. Cuando pronunciáis palabras de odio, vuestra lengua será recortada. Cuando os levantáis y declaráis a todos vuestro autoproclamado conocimiento de Dios, caeréis con las piernas cortadas de debajo de vosotros. Cuando consideréis a Mi profeta ser maligna, no tendréis vida.

Mi Palabra nunca morirá; vivirá por la eternidad. Ella aplastará a aquellos pecadores que tratan de desafiar la Misericordia de Dios, a través de estos mensajes. Rechazadme esta vez y rechazáis la libertad que traigo cuando venga a reuniros, finalmente, en Mi Reino. No tenéis mucho tiempo para redimiros en Mis Ojos antes del Gran Día. No lo desperdiciéis por el pecado del orgullo. Fue el pecado del orgullo el cual causó que Lucifer cayera y fuera separado y arrojado al abismo. Todos aquellos que lo siguen, a través del pecado del orgullo – el pecado que causa tanta separación de Dios – caerán y nunca resucitarán en la Presencia de Dios.

Vuestro Jesús