06 oct 2012

10.10.2012 12:46

 

La Luz de Dios está presente en todos y en cada uno de vosotros

Sábado 06 de Octubre, 2012  a las 23:05 hrs.
 

Mi muy querida hija, para que me ames realmente (de verdad), debes de ver a los demás a través de Mis Ojos.

Cuando miras a otra persona, observa cuidadosamente y trata de ver Mi Presencia, porque Yo estoy presente en todas las almas, incluso en las ennegrecidas.

Estoy ahí. Mira y me verás. Ésta es una de las gracias más extraordinarias dadas por Mi Padre Eterno para cada uno de Sus hijos.

La Luz de Dios está presente en todos y en cada uno de vosotros.

 

Esto es amor y cada alma tiene la capacidad de amar.

 

Cuando veas a los demás, a través de Mis Ojos, sentirás amor y esto te llegará al alma de una manera, la cual no podrás negar. Este amor es real (verdadero), aunque no se puede ver ni tocar. También encontrarás que es difícil de explicar a los demás. Sin embargo, ahí está.

 

Si todos los hijos de Dios pudieran honrar la Presencia Divina de Mi Padre en el mundo, en Sus hijos, entonces la paz reinaría en la tierra. Buscad amor y lo encontraréis.

 

Tomaos el tiempo para reflexionar sobre lo que ahora os digo. La Luz del Amor de Dios es como una estrella brillante presente en cada alma. En algunos, ésta brilla y  podéis sentir el amor que proviene de esa persona y que os envuelve. En otros, ésta brilla, pero con una confusa luz tenue difícil de encontrar, pero que sin embargo está ahí.

 

Cuando miréis a los demás, pensad sobre esto como que Dios creó a cada uno de vosotros. Sois hermanos y hermanas ante Sus Ojos. Le da mucha alegría cuando Él ve que sus hijos muestran amor y respeto por cada uno de los demás.

 

Cuando se pelean entre sí, causan penurias y sufrimiento a los otros, Él siente un dolor terrible. Como a cualquier padre, le duele cuando Sus hijos no comparten Su Amor, el Amor por el cual ellos fueron creados.

 

Recordad también que cuando mutuamente os herís, lastimáis a Mi Padre. Él siente el dolor que vosotros infligís en Sus hijos.

 

Pensad dos veces la próxima vez cuando juzgéis a otro con dureza o cuando mostréis odio hacia otro. Cuando hacéis estas cosas, estáis desagradando a Mi Padre.

 

Si alguien os hiere, orad por ellos. Porque cuando hay tensión y falta de amor presente entre dos personas, esto es causado por los espíritus malvados.

 

Levantaos por encima de esta tentación. Amad a los demás. Tratadlos con respeto. Miradlos, como a través de los Ojos de Dios. Cuando hacéis esto, encontraréis el amor. Vosotros encontraréis que es más fácil vivir con los demás y aceptar a cada uno con sus faltas.

Vuestro Jesús