13 feb 2014 Madre de la Salvación: Este es el tiempo cuando las almas tendrán que soportar el dolor del Purgatorio en la Tierra

25.02.2014 23:16

Martes 13 de febrero de 2014 a las 13:43 hrs.

 

Mi dulce niña, por qué te preocupas por las dificultades que tienes que encarar todos los días en esta Misión? No sabes que Todo el Poder descansa en las Manos de Mi Padre, el Altísimo?

Si la purificación final está siendo soportada por la humanidad, podrá no ser agradable, pero sin ella, las almas no estarán purificadas. Este es el tiempo cuando las almas tendrán que soportar el dolor del Purgatorio en la Tierra. Solo aquellos que son puros y con almas limpias pueden entrar en el Nuevo Paraíso que es el Reino de Dios. Así que en lugar de estar temerosos, yo urjo a todos vosotros a aceptar la intervención de Dios en el mundo. Resignaos a lo que deberá ser, a lo que debe acontecer, y sean cuales sean las acciones que son necesarias para protegeros a todos vosotros de las maldades e injusticias que serán inferidas a la raza humana por aquellos cuya única lealtad es a ellos mismos y a aquellos que son agentes de Satanás.

Es el deseo de mi Hijo unir primero a todas esas almas inocentes que no creen en Dios. Mi Hijo sabe que aquellos que aman a Dios pero que puede ser que no lo acepten, volverán a Él a tiempo. Él tiene confianza en aquellos que verdaderamente lo aman, pero que rechazan Su intervención a través de estos Divinos Mensajes, ya que ellos también vendrán corriendo hacia Él. Son aquellos que no lo conocen, y aquellos que se rehúsan a aceptar Quién Es Él, los que más le preocupan. Así que recordad siempre que aquellas almas perdidas, serán las primeras almas que Él más añora. Esas son las personas que más lo hieren; las que más le causan dolor y sufrimiento, y quienes fueron la causa de Sus lágrimas de Sangre, cuando sufrió la Agonía en el Huerto.

Han sido enviados castigos, no meramente como sanciones por los pecados de la humanidad, sino como un medio de llevar a la humanidad a la cordura y a ponerse de rodillas con humildad. Cuando a alguien se le hace ver su arrogancia, su creencia en su propia grandeza y en la creencia equivocada de que su poder es mayor que el de Dios, entonces solo a través de tal purificación puede ser hecho apto para ponerse ante Dios.

Una persona que se encuentra en pecado mortal y que rehúsa mostrar remordimiento, nunca será capaz de soportar el dolor de la Luz de Dios. Así, es un acto de Misericordia que Dios intervenga, con el objeto de preparar a esa alma, para que ella también pueda compartir la Gloria de Dios. Es debido al Amor de Dios y a Su Generosidad, que Él permitirá estos tiempos difíciles, que ya han comenzado a tomar lugar. No porque Él quiera simplemente castigar a Sus Hijos por su maldad, sino para asegurarse de que se han hecho dignos de la Vida Eterna.

Vuestra amada Madre

Madre de la Salvación