13 may 2012 Mi nuevo Reino: Seréis provistos en gran abundancia y no os faltará de nada

21.05.2015 14:25

Domingo, 13 de mayo del 2012, a las 16:00 hrs.

 

Mi muy amada y querida hija, es momento de que se entienda que Mis Mensajes no son para infundir miedo.

Son para infundir amor. También se están usando para decirles, a aquéllos que cometen pecados o malas obras, que deben redimirse ante Mis ojos o si no estarán perdidos para Mí por siempre.

¿Cómo podría no decirle la verdad a la humanidad?

Me doy cuenta de que tú, hija Mía, sientes una gran carga de vez en cuando como receptora de estos divinos mensajes. No debes permitir nunca que el miedo entre en tu corazón, porque éste no proviene de Mí.

¿No os he dicho que tenéis una maravillosa nueva Era de Paz por delante, para todos aquéllos que Me amáis?
¿Qué hay que temer? ¿Se trata de una preocupación por el futuro, por vuestra familia o por no saber lo que os espera? Si es así, entonces debéis saber esto.

Yo os amo a todos. Quiero que todos los hijos de Dios se unan como una Santa Familia, juntos en el amor.

Por eso os estoy hablando ahora, con tiempo de sobra, para acercaros más a Mí.

Es para asegurarme de que os volveréis y abriréis vuestros corazones al amor que Yo tengo por cada alma en esta tierra, que Yo debo advertir a la humanidad de los peligros a los que se enfrenta.

Si Yo no os amara como lo hago, no os advertiría.

Mi amor es tan poderoso que es un amor desconocido para cualquier ser humano, porque ninguno de vosotros podría tener la capacidad de sentir el amor que Yo tengo por vosotros.

Mi amor conlleva que no quiera que los hijos de Dios sufran.

Os tomaré a todos vosotros, que veréis la verdad después del Aviso, y os mostraré el amor que os tengo.
A vosotros, y a todos los que Me pertenecen en mente, cuerpo y alma, se os concederá el don más exquisito, más allá de vuestra comprensión.

El nuevo Paraíso os espera, y la Tierra, por la que podéis pensar que suspiraréis, no significará nada cuando veáis el Reino que ha sido preparado.

Hijos Míos, tenéis mucho por lo que esperar. El miedo es innecesario. Al contrario, pensad que se os dará la vida eterna. Seréis provistos en gran abundancia y no os faltará de nada.

Los colores, las esencias, el amor que sentiréis por todos a vuestro alrededor, la paz en vuestras familias, la ausencia de miedo, vuestras almas llenas de amor de Dios y vuestros cuerpos perfectos: ¿cómo podríais no desear Mi Reino?

Mi Reino será vuestro nuevo hogar cuando el Cielo y la Tierra se fundan como uno solo y los muertos, los que Me aceptaron como su Salvador, serán resucitados para unirse con sus familias, sus hermanos y hermanas, en amor y felicidad.

El alivio que sentiréis cuando el mundo de pecado en el que ahora vivís ya no esté más ahí, os traerá alegría, tranquilidad y satisfacción.

No habrá más preocupaciones, miedos, ansiedades o pecado.

Aún tendréis libre albedrío, pero éste será diferente. Viviréis en completa unión conmigo, de acuerdo a la Divina Voluntad de Mi Padre. Él ha estado esperando pacientemente este momento.

Yo estoy preparando con paciencia a todos los hijos de Dios para que no se pierda ni una sola alma.
Por lo tanto, queridísima hija Mía, no temas.

El sufrimiento no durará mucho. Su lugar lo ocupará el hogar al que cada hijo de Dios pertenece.

Ésa es Mi promesa a todos vosotros. No os sintáis tristes, asustados o preocupados, porque es completamente innecesario.

Tan sólo aprended a amarme más. Cuanto más Me améis, más confiaréis en Mí.

Solamente entonces os abandonará el miedo.

Solamente entonces seréis verdaderamente libres.

Yo os amo a todos. No os olvidéis nunca de esto, especialmente cuando os sintáis preocupados por el futuro.

Vuestro amado Salvador
Jesucristo