18 may 2012 La Iglesia remanente que persistirá, invicta, hasta el surgimiento de la Nueva Jerusalén

13.10.2015 11:41


Viernes, 18 de mayo del 2012, a las 10:48 hrs.
Mi muy querida y amada hija, ahora debes saber que la difusión de Mi Santo Espíritu va a ser rampante en el mundo.
La llama de la Verdad va a cautivar al mundo y colmará las almas de muchos con una sencilla admiración hacia Mi Gran Misericordia.
Va a tener lugar una gran conversión y será entonces cuando Mi ejército remanente se alzará para llegar a ser una fuerza poderosa en la batalla contra el Anticristo.
Mi Iglesia cristiana remanente difundirá los Santos Evangelios por todos los rincones del mundo.
Se derramará fuego sobre aquéllos que traten de hacer daño a Mi Iglesia remanente. Porque serán pocos los que sean capaces de resistirse a la verdad de Mi Santa Palabra cuando ésta les sea mostrada.
Serán tantos que su cifra superará los 20 millones.
Surgirán líderes de entre vosotros, y en ciertos sectores tendréis que practicar vuestra fe a escondidas.
Lideraréis una cruzada con Mis enseñanzas, y Mis oraciones de la Cruzada serán vuestra arma para derrotar al enemigo.
Gente que no se conoce se aproximará entre sí, personas de diferentes países se unirán y las religiones que se separaron en el pasado debido a sus diferencias se unirán todas como una sola.
Será la Iglesia remanente, que persistirá, invicta, hasta el surgimiento de la Nueva Jerusalén.
Será entonces cuando tenga lugar Mi Segunda Venida.
Y también cuando Mi Nueva Jerusalén resurja de las cenizas a las cuales todos los que se opusieron a Mí pensaron que Mi Iglesia en la tierra se había visto reducida.
Y entonces ocurrirá.
El nuevo Comienzo.
La nueva Era.
El nuevo Cielo y Tierra.
La hora en que se cumpla finalmente la Divina Voluntad de Mi Padre.
Levantaos ya, ejército Mío. Dispersaos y desplegad las alas. No os desviéis nunca de la verdad contenida en la Santa Biblia.
No dudéis nunca de las palabras contenidas en las Sagradas Escrituras.
Los que lo hagáis, incluidos los miembros de Mi Iglesia en la tierra, debéis abrir vuestros corazones a la verdad.
La Biblia contiene la Santa Palabra de Dios. La Biblia contiene toda la verdad.
Ella no miente.
Si negáis la verdad que contiene, negáis la Palabra de Dios.
Vuestro Salvador
Jesucristo