2012 abr 16 Yo, vuestro amado Jesús, nunca podría minar Mi propia Iglesia

23.03.2015 22:16

Lunes, 16 de abril de 2012 a las 18:00 hrs.

Mi queridísima bienamada hija, llamo a todos los hijos de Dios y os aseguro que Yo, vuestro bienamado Jesús, nunca podría minar Mi propia Iglesia.

Sin embargo, no retrocederé y veré a Mi Iglesia desintegrarse, a manos de una secta particular, que no tiene el derecho de jugar ningún papel en la Santa Sede.

Porque eso es precisamente lo que el Falso Profeta y los impostores que idolatran a satanás, están tratando de hacer. Ellos quieren derribar a la Iglesia Católica y romperla en pedacitos.

Ésta, hijos Míos, es la manera en la que satanás se mantendrá en la rebelión final contra Dios, el Creador de todas las cosas.

Este perverso plan para destruir Mi Iglesia, ha estado en marcha durante 100 años, pero, desde 1967, éste se ha intensificado.

Muchos impostores, que son miembros de esta malvada secta, adoradores de satanás, entraron en los seminarios para posicionarse en el Vaticano.

Sus poderes, aunque fueron permitidos por Dios Padre, estaban restringidos hasta ahora. A medida que los Tiempos del Fin se acercan, eso cambiará.

Esta malvada secta, ahora desatará todo poder, para asegurar que sean ellos los que elijan un nuevo reemplazo para Mi Santo Vicario el Papa Benedicto XVI.

Todos aquellos que conocéis Mis enseñanzas, veréis los cambios en la lectura de la Santa Misa.

Nuevas leyes seculares serán introducidas, las cuales serán un insulto a Mi Muerte en la Cruz.

Muchos de Mis devotos seguidores, verán esto y se sentirán heridos. Sus puntos de vista serán rechazados y muchos sacramentos dejarán de ser ofrecidos.

Esto es por lo cual, es necesaria mucha preparación.

Para aquellos Católicos que estéis heridos y consternados, por favor, recordad que Yo estoy aquí.

Llamadme, a Mí, vuestro bienamado Jesús y sabed que no debéis tener miedo de proclamar la Verdad de Mis enseñanzas.

No debéis temer a darle la espalda a la herejía.

Yo os guiaré y os protegeré en vuestra jornada y seréis guiados por el Poder del Espíritu Santo.

Vuestro bienamado Salvador

Jesucristo