27 sep 2012

02.10.2012 00:34

Dos mil millones de almas que rechazarán Mi Mano de Misericordia

Jueves 27 de Septiembre, 2012  a las 9:00 hrs.

 

Mi muy querida hija, la Misión para salvar esos dos mil millones de almas, quienes rechazarán Mi Mano de Misericordia, debe formar parte de la oración diaria por todos aquéllos que se hacen llamar Cruzados de Dios.

 

Muchos milagros se darán como resultado en gran parte de la humanidad y se está dando el Regalo de la Salvación y la entrada en el Nuevo Paraíso.

La aflicción en Mi Sagrado Corazón es dolorosa, debido a estas almas perdidas. Por esta razón Mis discípulos deben orar mucho para que puedan todos ellos estar unidos  como una sola familia en la Nueva Era, pues si Mi familia se desarticula,  Me va a traer una terrible agonía.

 

Hago un llamado a todos vosotros para salvar aquellas almas, que obstinadamente rechazan la aceptación de Dios, recitando esta Oración de la Cruzada (79) Por dos mil millones de almas perdidas:

 

“Oh Querido Jesús, Te ruego que derrames Tu Misericordia sobre las almas perdidas.

Perdónalos por su rechazo hacia Ti y dispón de mi oración y sufrimiento, así Tú puedes, mediante Tu Misericordia, derramar sobre ellos las Gracias que necesitan para santificar sus almas.

Te pido el regalo de Clemencia para sus almas.

Te pido abrir sus corazones para que vayan a Ti y te pido que los llenes con el Espíritu Santo, para que puedan aceptar la Verdad de Tu Amor y vivir Contigo y con toda la familia de Dios para siempre.

Amén.”

 

Es difícil para muchas personas aceptar la Misericordia de Dios. Esto es debido al poder que Satanás tiene sobre ellos, y ellos no lo saben, en muchos casos.

En algunos casos, sin embargo, no están en duda acerca de la existencia de Dios, pero  no obstante, eligen a Satanás con el pleno conocimiento de que Dios existe y de que Él los creó. Ellos dan la espalda al Reino de Dios.

 

El reino que ellos eligen es el que les ha prometido Satanás. Ellos creen que este reino, al final de los tiempos, ofrece una gran riqueza, grandes prodigios y que va a ser un mundo el cual brille, excepto que no es así. Todo lo que ellos encontrarán será un gran lago de fuego donde sufrirán por mano del maligno. Él les atormentará por la eternidad  y sufrirán cada segundo de este dolor, porque esto nunca puede terminar.

 

Ahora sabéis por qué sufro tal agonía, pues la sola idea del sufrimiento que les espera a tales almas, es demasiado difícil de soportar.

Sólo vuestras oraciones, Mis seguidores, y Mi Misericordia pueden ofrecerles alguna esperanza.

Ayudadme a salvarlos.

Vuestro Jesús