29 ene 2014 Tengo que intervenir para salvar a la humanidad de destruirse a sí misma, antes del Gran Día del Señor

01.02.2014 12:13

Miércoles 29 de enero de 2014 a las 15:00 hrs.

 

Mi muy querida bienamada hija, lloren, no por vosotros mismos, sino por Mí, vuestro Jesús, Quien llora y sufre a causa de la velocidad con la que la raza humana cae adentro de vidas depravadas y pecaminosas.

 

Porque Mi Palabra ha sido rechazada por muchos, durante tanto tiempo, muchas personas no tienen la orientación o el conocimiento de cómo hacer a la hora de que toman las decisiones que ellos hacen en sus vidas. Las almas que se han desplazado lejos de la Verdad, solo tienen sus propios deseos y autoestima para guiarlos. La obsesión de sí mismo, la inmoralidad sexual, la auto-satisfacción y la búsqueda de bienes materiales, causan estragos en sus almas. No habrá nada que pueda satisfacerlas. Cuando hayan alcanzado las profundidades del pecado, entonces buscarán, activamente, a las almas de los demás para atraparlos. Esto es porque Satanás ha devorado el alma de ellos a tal extremo que él los utiliza para atraer otras almas hacia su vil trampa.

 

La moralidad de la humanidad se ha hundido a tales profundidades que este espíritu del mal está envolviendo a millones de almas todos los días.

 

¡Oh, cómo se aumenta Mi Dolor y cuánto trabajo se necesita para eliminar esta infestación! Llegará un momento en el que solo a un tercio de la raza humana se le dará la Gracia para descifrar la diferencia entre el bien y el mal.

 

Aquellos que den la bienvenida al mal, en cualquiera de sus formas, se les presentará como siendo una cosa buena. Pronto, se necesitará un hombre muy valiente que hable  y declare que: "Esto está mal" sin que sea demonizado y despreciado, por lo que se verá como un arrebato irracional.

 

¡Oh, cómo se hundirán los hijos de Dios! Las almas con corazones endurecidos, con un odio por los demás, la falta de compasión, la codicia y el gusto por la violencia, se incrementarán en número. Serán admirados en el mundo, cuando hace décadas se les habría temido. Es por eso que Yo tengo que intervenir para salvar a la humanidad de destruirse a sí misma, antes del Gran Día del Señor.

 

El plan de Satanás es destruir tantas almas como sea posible. Mi Plan es detener esta plaga y no dudaré en proporcionar las señales, que son necesarias para despertaros al Amor de Dios y a la necesidad de prepararos adecuadamente para el mundo por venir.

 

Nunca rechacéis la Mano de Dios. Nunca ignoréis la Palabra de Dios, ya que sin estas cosas no sois nada.

 

Vuestro Jesús