31 jul 2013 Madre de la Salvación: Al igual que la Santa Palabra de Dios puede unir almas así, también, puede causar gran división

10.08.2013 01:03

 

Miércoles 31 de julio de 2013 a las 18:31 hrs.

 

Mi niña, cuando amáis a mi Hijo, Jesucristo, traerá a todos aquellos que verdaderamente lo amáis más cerca. Cuando aquellos que aman a mi Hijo encuentran difícil amar a otros, necesitan acudir a mí, la Madre de la Salvación, para abrir sus corazones.

 

El Amor de mi Hijo es tan poderoso, que con el Poder del Espíritu Santo, se puede difundir tan rápidamente desde un rincón del mundo a cada parte. Cuando la Santa Palabra de mi Hijo es dada a todos los hijos de Dios, a través de esta Misión, va a desgarrar los corazones de las almas humildes, que reconocen al Salvador a medida que Él habla. El amor, que emana de Su Palabra, dada a vosotros en este tiempo en la historia de la humanidad, unirá a millones de almas, instantáneamente, como si os conociérais unos a otros de toda vuestra vida. Tan poderoso es, que puede, a través del poder de lenguas, extenderse de nación a nación, en todos los idiomas, rápidamente. De esta manera podéis saber que estas Palabras, a través de estos Mensajes, provienen de mi Hijo.

 

Al igual que la Santa Palabra de Dios puede unir almas, así también puede causar gran división. El odio, que sobreviene mientras la palabra de Dios devora almas, está en su peor momento. Cuando estos Mensajes atraen tal odio y acciones malvadas, por aquellos que se llaman a sí mismos verdaderos discípulos de mi Hijo, sabed entonces que es el maligno quien causa esto. Mis pobres almas, mis pobres hijos confundidos, nunca debéis volver la espalda cuando estéis inseguros de las Palabras de mi Hijo. Debéis mantener una mente abierta y permanecer fieles a lo que Él les enseñó. No juzguéis a nadie en Su Nombre. Amaos unos a otros. Si no creéis que Dios ha enviado a Su último profeta, entonces no importa. Por favor recordad, sin embargo, vuestra obligación - el llevar a cabo vuestros deberes hacia mi Hijo, adheriéndoos estrictamente a Sus Enseñanzas.

 

Nunca debéis aceptar que Él bendeciría cualquier nueva doctrina, que Él no dio al mundo cuando caminó sobre la Tierra. Él nunca consentiría nada, que sustituya Su muerte en la Cruz en los altares del mundo.

 

Vuestra amada Madre

Madre de la Salvación